viernes, 31 de julio de 2020

Estación de cuarentena contra la fiebre amarilla.

Estación de cuarentena en La Cumbre.

En 1915 se creó una estación de cuarentena

contigua a la estación del ferrocarril en La Cumbre.

Estado actual.

La comisión de higiene en el año de 1915 por recomendación del doctor Coriolano Laverde, estableció en la población de La Cumbre en el  Valle del Cauca, una estación de cuarentena para controlar el contagio de fiebre amarilla, debido a que las características climatológicas del lugar (Altura y frío), no son propicias para que se multiplique el zancudo portador del virus.
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Estado actual de la estación de La Cumbre en el Valle.
Está funcionando.


Se creó un grupo élite de la policía contra la Fiebre Amarilla, un total de ochenta policías se capacitaron para controlar la poblacion que vivia entre Buenaventura y Dagua ademas del control de todos los pasajeros y tripulación de los trenes, tanto de carga como de pasajeros; quien fuera sospechoso de portar el virus obligatoriamente debía de cumplir la cuarentena.


sábado, 25 de julio de 2020

Casa del médico Coriolano Laverde.

Casa del médico Coriolano Laverde.

Protagonista del relato A Laverde se lo llevó la Amarilla

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Esta casa fue adquirido por la familia del doctor Coriolano Laverde en el año 1892 a la familia del prócer de la Independencia Francisco de Paula Vélez, por tal motivo la sociedad de consumo no la derribó por ser patrimonio cultural, la dirección actual es Calle 62 con carrera 9 esquina del barrio Chapinero de Santafé de Bogotá. 


Hoy tiene forma de L aunque inicialmente la construcción tenía forma de herradura ya que un terremoto
derribó la mitad de la casa a mediados de la segunda década del siglo XX.

  

jueves, 23 de julio de 2020

A Laverde se lo llevó la Amarilla.


A Laverde se lo llevó  la Amarilla

La peste en el Valle del Cauca.


Entre Buenaventura y Dagua en 1915.

Llega del puerto de Guayaquil  a Buenaventura a inicios de 1915 y solo fue cuestión  de 3 a 4 semanas para que la fiebre amarilla  empezara a propagarse rió arriba por el cañón del Dagua.


Para 1963 contaba con 8 años de edad y siendo mi padre jefe de la sección frenos de aire en los talleres de Chipichape viajar en tren era casi gratuito; la familia de mi abuela materna, oriunda de la población de Dagua había emigrado a Cali, pero todavía le quedaba mucha en su amado terruño  y el ansiado paseo siempre fue en tren para la casa campestre de la tía Elvia Camacho de García y su esposo Hernando García, llamada Piedras Negras en la población de Dagua.





Salíamos de la estación del ferrocarril en Santiago de Cali a la una de la tarde y después de casi tres horas entrábamos al cañón del Dagua y la población del mismo nombre; antes de llegar a la estación que anteriormente se llamaba Caldas como a unos dos kilómetros en un corte de la vía férrea había una tumba solitaria que siempre me llamaba la atención y mi madre me decía, ahí está enterrado el médico que lucho contra la peste amarilla, el doctor Coriolano Laverde.
Pasados 45 años decidí sacar del casi anonimato al doctor Laverde y comencé a investigar sobre el tema hasta llegar a lo sucedido entre 1915 y comienzos de 1916 en el cañón del rió Dagua y plasmarlo en un relato que se titula A Laverde se lo llevo la Amarilla.

Cañón del Dagua.


  Cañón de río Dagua a la altura del Naranjo.


Túnel del ferrocarril del Pacífico a la altura del Naranjo, cañón del río Dagua. 
En el anterior túnel el doctor Coriolano Laverde montó un equipo para fumigar los trenes con azufre, como medida contra la Fiebre Amarilla.

Como estrategia para combatirla, el doctor Laverde y todo el equipo que estaba con él, deciden tener en cada tren de pasajeros, hasta cuatro personas con autoridad policiva para tomar la temperatura a todos y enviar obligatoriamente a cuarentena a las personas sospechosas de fiebre en dos lugares llamados Puerto Dagua en el corregimiento de Loboguerrero y en el municipio de La Cumbre, preferiblemente por ser de clima frío y el zancudo transmisor no prosperaba ahí.
A pesar de todas las precauciones, un señor de apellido Cuevas, logra evadir todos los controles en el tren y llegando a la población de Dagua, cuando la máquina  pierde velocidad por el arribo a la estación, él se lanza y se escabulle entre la vegetación, llevando el mortal virus a este lugar.
Convencidos que están a salvo se infectan varias personas y uno de ellos es el doctor Coriolano Laverde, muy querido por la comunidad por su entrega y en un delirio febril, estando ya muy grave las personas llaman al cura párroco de la iglesia de Los Remedios para que le de los Santos Óleos, pero él se niega porque la fiebre lo tiene delirando y cuando muere, el sacerdote de apellido Campelo, no lo deja enterrar en el cementerio católico y la comunidad agradecida lo hace en un corte de la vía férrea como a dos kilómetros en el sentido para Santiago de Cali.
Esa tumba solitaria es la que tanto me llama la atención y me dio la oportunidad de conocer a un gran hombre que se sacrifico  por el bien de la comunidad, el doctor CORIOLANO LAVERDE


Actual estación Caldas, en el municipio de Dagua.

En la foto Nabor Fernández Camacho, pensionado del ferrocarril de Pacífico, mi padre.