Ausencia.
Solas se ven estas bancas,
como también lo están las cuencas donde iban tus ojos.
Te rompieron el occipital de un solo tiro,
porque te brotaban verdades hasta por los poros.
Como si con la muerte del cuerpo, también se apagara la luz de la verdad,
verdad que han escondido en el fondo de los ríos, bajo metros de escombros o de tierra,
o convertida en cenizas en el alma de los hornos crematorios.
Pero algún día, renacerás de entre las cenizas, brotarás desde los escombros, germinarás sobre la tierra o en alguna orilla de nuestros ríos, tu osamenta le gritará al mundo que era mejor morir por la verdad que vivir en medio de tantas mentiras.
Imagen propia.
